Settling down

lunes, 28 de abril de 2008

Vuelvo a escribir. No, tranquilos, no me ha pasado nada aunque haya estado tres meses sin dar señales de vida. De todas formas cabrones nadie me ha llamado para ver si seguía vivo o muerto..., vaya amigos.
En cualquier caso os tengo que contar que por fin mi vida en Eire empieza a tener un rumbo. Por fin conseguí un trabajo que me ha permitido buscarme una habitación en el norte de Dublín, así que mi vida de homeless se ha acabado.
Vivo con un amigo español y con una pareja de la que el tío es de Nueva Zelanda (kiwi para los amigos) y la tía es irlandesa. Apenas los veo porque tenemos horarios muy distintos, así que es como si viviera sólo con otro español más.
La habitación está de pm. Tengo un armario gigante del que sólo utilizo dos cajones y un perchero, pero espero sacarle más provecho pronto.

En cuanto al curro, estoy de camarero en un restaurante de una zona pijilla del sur de Dublín. Casi todos mis compañeros son irlandeses excepto los de la cocina que podrían ser perfectamente los delincuentes más buscados por Estados Unidos, jeje. Hay una mezcla de egipcios, africanos, chinos y rumanos. Pero la verdad es que hay un ambiente genial y lo que es más importante, la comida es bastante buena, así que mi dieta ha mejorado bastante. Ya ingiero algo más que pasta y arroz.

Bueno aparte del curro ahora me he vuelto a apuntar a una academia de inglés dos dias a la semana para seguir forzandome a estudiar algo que si no yo no tengo fuerza de voluntad para coger los libros... Voy martes y jueves por la mañana a una escuela en el centro de la ciudad y aunque sólo llevo una semana la verdad es que es un grupo majete en el que por supuesto somos mayoría españoles.

Os tengo que contar también que he heredado una bici de una chica australiana que vivió en la casa donde estoy antes de mi llegada, así que cómo en los viejos tiempos de erasmus en Inglaterra, vuelvo a tener medio de transporte, que en esta ciudad dónde los buses funcionan de pena me viene genial para ir al curro.

Y ya pocas cosas más, la semana que viene voy a España cuatro dias así que ya os contaré alguna anécdota en persona. Id comprando ron, que ya no me acuerdo a qué sabía...